domingo, 2 de junio de 2024

La Cantina Azul: Un oasis de sabor y camaradería en la Mancha

En un lugar de la Mancha, donde el sol aprieta cual valiente caballero y el estómago ruge cual fiero león, ha surgido un oasis de camaradería y buen sabor: la Cantina Azul. No es lugar de lujos ni ostentaciones, mas sí un refugio para el paladar y el alma.

Desde la aurora, cuando el gallo aún no ha cantado (algo así como las seis de la mañana, o antes quizás), ya se advierte movimiento en la puerta de este lugar, el cual anuncia la cercana llegada de las delicias que allí se cocinarán. Y no es para menos, pues desde las empanadas y pastelitos más jugosos hasta las cachapas más tiernas, todo se prepara con esmero y cariño.

El profesor Javier Luna, es amo y señor del lugar,

aunque es justo aclarar, que en esta nueva aventura de emprendimiento familiar, 

al igual que en otras anteriores y en muchas que vendrán, 

también lo acompaña Alejandro, su hijo, como socio y espadachín sagaz.

El secreto del éxito de la Cantina Azul no reside solo en su exquisita comida, sino también en el cálido ambiente que allí se respira. 

De manera que Javier recibe a sus comensales con diligencia y amabilidad tan radiantes como el sol manchego, y su escudero, Pedro, la mano experta detrás de algunas de estas exquisiteces, igual sirve, igual cocina y hasta recita algún romance, si su ánimo se lo permite.

Pero la verdadera maga de la cocina es la Mary, fiel esposa del Javi y docente también, quien con su toque mágico crea guisos que encantan a grandes y chicos. Justo es agregar que el sabor que impregna a cada plato es una prueba irrefutable de su talento culinario.

La receta de la guasacaca es otro secreto celosamente guardado en este recinto, donde también se cuentan y recuerdan hazañas caballerescas de los inicios de Montalbán.

Los visitantes de lugares lejanos también son bien recibidos, 

hasta el punto de que a veces los tratan, 

sobre todo, si es día de bandas y comparsas,

mejor que a muchos nacidos en la comarca.

Tal cosa me ha pasado a mi recién, lo he vivido hace poco,

me han tratado como a un loco,

a pesar de haber llegado a la hora, aunque apurado y afanoso.

No podía creer semejante gansada,

han vendido las empanadas que ya tenía reservadas.

Mas no guardo rencor ni rencilla, pues la alegría aquí brilla.

Es un sitio acogedor, donde siempre hay buen humor.

En la Cantina Azul, el tiempo se detiene y las preocupaciones se desvanecen entre risas y el aroma a café recién hecho. Es un lugar donde uno se siente como en casa, rodeado de amigos y disfrutando de los pequeños placeres de la vida. 

Llegáis y de inmediato pasáis a formar parte de una clientela surgida de manera espontánea, “orgánica”, como dicen los actuales juglares de la comunicación.

Así que si andáis por la Mancha (Disculpadme, quise decir por la calle 2 Norte de Montalbán 1) en busca de un buen bocado y un rato agradable, no dudéis en visitar la Cantina Azul. Os aseguro que no os arrepentiréis.





Podéis enviar vuestras fotos a gruposigma5@gmail.com .Asunto: fotos cantina azul. Serán agregadas. 

2 comentarios:

  1. Hermoso relato y encantador lugar para pasar un momento tan acogedor como estar entre nubes de algodón,🤍💙

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  2. Gracias por tus palabras. Me alegra te haya gustado.

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