martes, 14 de octubre de 2014

El deterioro marca las obras de Misión Vivienda

Apartamentos recién estrenados tienen filtraciones en paredes y tuberías tapadas. Construcciones con un año de antigüedad no cuentan con bajante de basura 

DULCE MARÍA RODRÍGUEZ 
DRODRIGUEZ@EL-NACIONAL.COM
14 DE OCTUBRE 2014 - 12:01 AM

Al entrar al conjunto Valle Nuevo FNC de la Gran Misión Vivienda, en el Valle, pareciera que la comunidad tiene al menos 20 años viviendo allí por el estado de deterioro del lugar. Sin embargo, hace menos de 365 días les adjudicaron los apartamentos.

La mayoría de sus residentes provienen de refugios y, a pesar de lo inconclusa de la obra, agradecen el techo bajo el que duermen. No obstante, la vida allí no es fácil. “Tengo que caminar dos cuadras con las bolsas de basura en la mano para echarlas en el contenedor más cercano, porque no podemos utilizar el bajante”, contó Leonor Perdomo, residente de la Torre 3.

Ella tiene un año viviendo en el conjunto. Sube las escaleras a diario con las compras del mercado porque nunca han funcionado los ascensores. La entrada al lugar en el cual deberían estar los elevadores tiene un pedazo de reja atravesado para evitar que los niños caigan en el hueco.

No tienen gas directo ni teléfono fijo porque la constructora contratada no dejó las tuberías. No pagan servicio de luz y agua porque no les han instalado los medidores. Perdomo justifica las omisiones en las instalaciones del edificio porque les adjudicaron las viviendas antes de finalizada la obra, pues hubo varios intentos de invasión. “Era eso o nada. Yo tenia tres años viviendo en el refugio de la Guardia Nacional Bolivariana de El Paraíso, donde nos trataban muy bien, pero ya la situación era insostenible”.

Sin embargo, Perdomo está agradecida. Dijo que por lo menos llegó Fundarte y las niñas reciben clases de danza en las tardes.

Otro habitante del complejo, que pidió no ser identificado, señaló: “Desde la autocrítica y en el marco de las 3 R: revisión, reimpulso y rectificación, pregunto adónde fueron a parar los recursos asignados para ejecutar el proyecto original de este complejo. Los entes competentes no se responsabilizan de los resultados. No se construyó con eficiencia, no se cuido la calidad ni se respetó el plan original”.

Luis Felipe Soto, residente de la Torre 1, dijo: “Aquí faltó la cancha deportiva, el parque infantil, las áreas verdes y el Simoncito”.

El complejo habitacional tiene 3 torres con 84 apartamentos habitados. Falta un edificio por terminar por la escasez de materiales.

En la torre en construcción hay agua estancada, desechos, moho y abunda la plaga. En la comunidad se han presentado casos de dengue y chikungunya, de acuerdo con vecinos. En la Torre 3 le pagan a una vecina para que limpie pasillos y escaleras.

 “Cada edificio lo levantó una constructora diferente y no hay quien dé la cara”, indicó un residente de la Torre 1. Sin embargo, voceros vecinales de las tres torres manifestaron que están agrupados en consejos comunales para solucionar los problemas.

Filtraciones y humedad. En la vía entre Santa Mónica y Cumbres de Curumo inauguraron en febrero de este año el Urbanismo Nelson Mandela. Son 6 torres, de las cuales han entregado 3 con 210 apartamentos. Las viviendas recién estrenadas presentan problemas en las tuberías de aguas blancas, filtraciones y humedad en las paredes. Además, la placa del estacionamiento de la Torre C se está hundiendo.

 “Después de bañarme tengo que salir a secar el pasillo porque se fuga el agua de la ducha por la pared. Del otro lado está llena de moho por la humedad. Le avisé al ingeniero y me dijo que la tubería de la ducha está rota, pero no la ha reparado”, dijo Dayana Garcés.

Los vecinos se han organizado en comités multifamiliares de gestión y alertan sobre las fallas en la obra. En la puerta de las escaleras de la Torre C pegaron un aviso en el que se lee: “En reunión sostenida con ingenieros de la Oficina Presidencial de Proyectos Especiales se acordó que se realizaría inspección a aquellos apartamentos que presentaron falla de acabado (…)”. Solicitarán informe al propietario para que el comité multifamiliar de gestión lo certifique y se haga la reparación.  

Los problemas persisten

“El desagüe de la cocina está tapado. Por allí no ha bajado el agua nunca. Todo el piso del apartamento es de cemento y cuando lo lavo me toca escurrir el agua en el baño. Viví en el refugio de Parque Central tres años y dos meses. Allí pase mucha necesidad, ahora mi vida y la de mis hijos cambió radicalmente” (Jennifer González, ama de casa).

"No puedo lavar porque se devuelve el agua con jabón por el centro del piso de la cocina cuando escurre la ropa. Si no estoy pendiente se me inunda el apartamento y me toca dejar la espalda sacando el agua. Son varios apartamentos con ese problema. Le avisé al ingeniero y vinieron a revisar, pero todavía no me han solucionado el problema” (Maritza Riva, ama de casa.).
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Las consecuencias de haber actuado con total improvisación, populismo y afán de ganancia fácil y millonaria. La falta de contraloría sobre el destino de inmensos recursos de la nación, manejados por funcionarios sin preparación alguna para llevar a cabo proyectos de semejante envergadura, ha resultado en un caos que agrava aún más los problemas de urbanismo de la ciudad, y cuyas consecuencias se sentirán por décadas. Todo porque a Chávez se le ocurrió la ''brillante idea'' de construir una ciudad dentro de la ciudad. 

De allí la importancia de que las comunidades se organicen en defensa de los espacios públicos y áreas verdes que puedan ser objeto de apropiación por parte del Estado, ya que ha quedado demostrado que estas construcciones deterioran la calidad de vida de las comunidades, generando condiciones de riesgo a la salud, deterioro de los servicios públicos existentes, contaminación, hacinamiento y violencia. No son pocos los crímenes que se han cometido en estas ''soluciones habitacionales''.
Mario Contreras

domingo, 12 de octubre de 2014

Montalbán: 3 mil viviendas aumentan déficit urbanístico



ANYIMAR COVA LUGO |  EL UNIVERSAL
martes 7 de octubre de 2014  07:39 AM

La falta de equipamiento urbano conexo a las viviendas y fallas en servicios básicos es lo que han tenido que sortear los habitantes de apartamentos nuevos levantados en el eje La Yaguara - Montalbán.

Inscribir a su hijo en una escuela resultó maratónico para Jenny Castro, habitante de uno de los edificios que la Gran Misión Vivienda construyó entre Montalbán III y Juan Pablo II. "Una amiga me ayudó con un cupo en San Martín pero no era la idea", dice quien no pudo ubicarlo en las únicas dos escuelas aledañas a su casa.

Entre Montalbán y Juan Pablo II se han incorporado 2.945 apartamentos, a los cuales se adicionan otras 850 unidades erigidas entre Antímano y Ciudad La Yaguara. Según cálculos del Instituto Metropolitano de Urbanismo para absorber la demanda de estas viviendas se requieren siete parques vecinales, 15 preescolares, 11 escuelas básicas, ocho casas cuna y ocho guarderías; pero lo único nuevo es un simoncito.

Pedro Hidalgo, vecino de Juan Pablo II, cuenta que han tenido que adaptarse: el racionamiento de agua de un día a la semana pasó a dos, la avenida principal de la urbanización perdió un sentido de circulación, hacer el mercado toma varias horas, tomar el Metrobús implica hacer largas colas.

Alma Clara Mederico, del consejo comunal Colinas de Vista Alegre, asegura que la dinámica se repite en su sector con los nuevos residentes de Ciudad La Yaguara. Aun cuando solo dos torres están ocupadas, ya registran una población de 14 niños no escolarizados a quienes se les dicta clases informalmente. "Teníamos un proyecto de escuela que no es para nosotros sino para nuestros sectores populares porque está la necesidad, pero no lo han tomado en cuenta", precisa.

Hidalgo, por su parte, reconoce el acercamiento con los nuevos vecinos. "Hemos hablado sobre el respeto de las reglas de convivencia, que quitaran la cancha de bolas que ponían en la calle y que le bajen a la música. Hemos tenido receptividad porque ellos mismos padecen la situación. Dentro de los problemas la gente va tomando un poco de conciencia de lo que es vivir en urbanización".

El Universal contactó a la gerencia regional de la Misión Vivienda en Caracas para conocer sobre la construcción de servicios conexos y, aunque prometieron respuesta, al cierre de esta edición no hubo comunicación.


NUEVOS VECINOS

EL UNIVERSAL
martes 7 de octubre de 2014  12:00 AM

En Montalbán 1. Se construyeron y ocuparon 240 viviendas detrás de la iglesia Nuestra Señora de La Paz. 

Montalbán 2. En la avenida Teherán fueron entregadas 312 viviendas en el urbanismo Nueva Comunidad Socialista Hugo Chávez Frías, en el otrora terreno de "Los sin techo". 

Montalbán 3 y Juan Pablo II. Se levantaron 450 apartamentos en el complejo Juan Vive Suriá mientras que el urbanismo monseñor Oscar Arnulfo Romero contempla 983 unidades habitacionales. También se consolidarán 960 detrás del CDI.

Vista Alegre y Colinas de Vista Alegre. Se incorporan 1.104 apartamentos al lado del Puente Los Leones y 450 en Colinas, frente a Hidrocapital. 


¿Y las áreas verdes?!!!!

A todas estas calamidades se le suma la pérdida de áreas verdes que debieron desarrollarse en Montalbán y zonas aledañas. La comunidad de Montalbán 1 fue despojada de su plaza mayor que incluía un parque para la comunidad.

El sector F de Montalbán también fue despojado de alrededor de 4 mil mts. cuadrados que constituían, por derecho, el área verde de la comunidad, y en cuyo terreno estaba (y está) proyectado  un centro comunitario para el cual ya existe un proyecto diseñado por los vecinos.

Ni hablar de las posibilidades que se perdieron en Juan Pablo de haber desarrollado una amplia zona verde junto a un número racional de viviendas, áreas comerciales y de servicio, lo cual hubiera beneficiado a todas las comunidades. Pero, lo que privó fue la improvisación, el irrespeto a las personas residentes, las construcciones sin calidad y, peor aun, sin ningún tipo de estudio previo del impacto a los servicios públicos existentes, lo cual ha generado el caos que hoy se vive. 

Los responsables tienen nombre y apellido. Desde Chávez a quien le pareció maravilloso y muy viable crear otra Caracas dentro de Caracas, sin haber consultado siquiera a un experto en la materia urbanística. Por el contrario, quienes han intervenido en estos proyectos lo que han demostrado (aparte del gran negocio que han hecho) es que poco quieren al pueblo y mucho menos les importa su calidad de vida. Los resultados están a la vista.

La OMS recomienda entre 10 y 15 metros cuadrados por habitante, y Caracas tiene 1,20. En Montalbán este número se reduce sustancialmente debido a las construcciones sin planificación de que ha sido objeto (y víctima) la zona. Esta situación ha generado un hacinamiento que se traduce en invasión de calles y espacios no aptos para el esparcimiento, lo cual contribuye a generar situaciones de riesgo para caminantes y personas que hacen ejercicio. 

Mario Contreras



jueves, 2 de octubre de 2014

Nueva Directiva de ASOCIRE





ACTA DE ASAMBLEA
ASOCIACIÓN CIVIL RESIDENTES DEL SECTOR F DE LA
URBANIZACIÓN MONTALBAN 1 (ASOCIRE 1)
Asamblea extraordinaria
Segunda Convocatoria

En Caracas, 05 de agosto del 2014, siendo las 08:30 pm., se celebró la asamblea extraordinaria de miembros de la Asociación, la cual tuvo como sede el gimnasio Los Gemelos. La misma tuvo una asistencia de treinta y cinco miembros propietarios quienes conformaron el quórum reglamentario exigido para estos casos (segunda convocatoria).
Se da inicio a la asamblea presidida por Oscar Lucius, en calidad de presidente, actuando como secretario Mario Contreras. La tesorera Olga Delascio, estuvo ausente, motivado a encontrarse de viaje.
El punto único a tratar en la Asamblea fue la elección de la directiva de ASOCIRE para el período 2014-2016.
Se procedió a la elección de la nueva Junta Directiva, la cual ha quedado compuesta por los miembros siguientes:
Presidente: Bera López (CI: 5.971.446)
Secretaria: Carmen Salazar (CI.4.338.607)
Tesorero: Willman Silfredo Grandett Contreras (CI. 6.142.654)
Vocal 1: Adelaida del Carmen Sánchez de Lira (C.I. 4.597.711)
Vocal 2: Mirza Reneé Santaella Pineda (C.I. 5.225.870)
Vocal 3: Brígida Carmen Sojo Cardozo (C.I. 2.086.225)
Se levanta la sesión de la asamblea a las 10:00 pm. y se da por cerrado el acta. Firman el acta los señores presidente y secretario. Se autoriza al presidente a reducir la presente acta a escritura pública a objeto de ser agregada al libro de actas.


Oscar Lucius                       Mario Contreras                 
Presidente                            Secretario                            

martes, 27 de mayo de 2014

Acta de Asamblea - 22 de mayo 2014


ACTA DE ASAMBLEA
ASOCIACIÓN CIVIL RESIDENTES DEL SECTOR F DE LA
URBANIZACIÓN MONTALBAN 1 (ASOCIRE 1)
Segunda Convocatoria
En Caracas 22 de mayo del 2014, siendo las 08:00 pm., se celebró la asamblea ordinaria de miembros de la Asociación, la cual tuvo como sede el gimnasio Los Gemelos. La asamblea fue convocada en conformidad a lo dispuesto en la Cláusula Octava (8) de los estatutos vigentes. Al no haberse logrado el quórum suficiente en la primera convocatoria del día 20 de mayo de 2014, en la cual hubo una asistencia de 50 miembros, se realizó una segunda convocatoria, la cual se consideró válida, con una asistencia de 75 miembros, cuya nomina se inserta al final de la presente acta.
Los puntos a tratar en la Asamblea fueron:
1. Ajuste de cuota de vigilancia (por aumento salario mínimo de acuerdo a decreto
presidencial).
2. Varios
Se da inicio a la asamblea presidida por Oscar Lucius, en calidad de presidente, actuando como secretario Mario Contreras y como tesorera Olga Delascio
Se realizó la presentación de la estructura de gastos fijos de la asociación, incluido el costo actual de la vigilancia, el número de casas y apartamentos que cumplen con el pago de la cuota y el monto que se recauda para cumplir con estos compromisos.
Se presentó el nuevo presupuesto de vigilancia, el cual asciende a Bs. 60.060 y junto con los gastos fijos, se llegó a un nuevo monto de gastos mensuales de Bs. 63.148.
Se produjo un debate en cuanto al tema de la unificación de la cuota para casas y apartamentos. Si bien, la directiva de ASOCIRE aclaró que no existe en los estatutos alguna cláusula que haga referencia a este punto, se puso de manifiesto que hay una progresiva unificación, al haberse realizado un aumento para los apartamentos, durante el presente año, de bolívares ochenta (Bs. 80), mientras que para las casas el aumento ha sido de bolívares treinta (Bs. 30). Sin embargo, continuó la discusión entre quienes justifican la diferencia de cuotas y quienes apoyan la unificación, razón por la cual se solicitó dejar para otra asamblea la discusión de criterios y proceder a la presentación y votación de propuestas.
Se acordó, durante la asamblea, presentar dos propuestas que fueron sometidas a votación, y cuyos resultados fueron los siguientes:

Descripción
Resultados
Opción 1
Casas Bs. 300 y Aptos. Bs. 260 + una (1) cuota única de Bs. 100.
24
Opción 2
Casas 290 y Aptos. 250 + una (1) cuota única de Bs. 150.
6
Votos Nulos
45
Total de votos
75
Como resultado de la votación, resultó ganadora la opción 1, con veinticuatro votos, mientras que la opción 2 obtuvo 6 votos. Hubo 45 votos nulos, correspondientes a personas que se retiraron del local antes de la votación, o manifestaron no estar de acuerdo con ninguna de las dos opciones. De esta manera, se procederá a los ajustes correspondientes en el proceso administrativo.
Igualmente, entre los puntos varios, tanto la directiva de ASOCIRE 1 como otros miembros presentes, manifestaron la necesidad de mejoras urgentes que requiere el servicio de vigilancia. También se mencionó la importancia de buscar mecanismos para mejorar la seguridad integral del sector.
Finalmente, se acordó crear una comisión que se encargará de analizar nuevas licitaciones para el servicio de vigilancia, así como contactar a otros miembros que puedan prestar apoyo profesional para mejorar los procesos administrativos, normativas y protocolos de vigilancia, con el fin de lograr una mejora integral en la conducción de la Asociación y en la calidad de vida de todos los miembros de la comunidad del sector F. Los integrantes de esta comisión, procedimientos empleados y resultados de este estudio, se darán a conocer a la comunidad en fecha próxima.
Se levanta la sesión de la asamblea a las 10:20 pm. y se da por cerrado el acta. Firman el acta los señores presidente, secretario, tesorera y tres socios designados por la asamblea. Se autoriza al presidente a reducir la presente acta a escritura pública a objeto de ser agregada al libro de actas.
Oscar Lucius
Presidente
  
Olga Delascio
Tesorera

Mario Contreras
Secretario

Descargar o ver el Acta 22-05-2014 en formato PDF

lunes, 7 de abril de 2014

Sebucán rechaza que se levanten edificios en zona de parque

Vecinos diseñaron un proyecto para el área verde que beneficia a 13 mil personas




DELIA MENESES |  EL UNIVERSAL
sábado 5 de abril de 2014  12:00 AM

Una parcela que se encuentra zonificada como parque desde 1958 en la urbanización Santa María de Sebucán, parroquia Leoncio Martínez, hoy es objeto de una lucha vecinal para evitar que allí se construyan edificios residenciales.

La aspiración de la comunidad es que en este espacio de 6.200 metros cuadrados se cree un parque ecológico, un proyecto que ya ha sido diseñado por los vecinos, que beneficiaría a 13 mil personas de ese sector, y que aguarda por la alcaldía de Sucre para ser desarrollado.

Fernando Giordano, miembro del consejo comunal Santa María y Parque Sebucán, recordó que la parcela inicialmente fue propiedad de la Comisión Liquidadora del INOS desde 1958 hasta 1998, año en que este ente la vende a un particular. "Aquí comenzaron las irregularidades pues los parques no se pueden vender. En 2007 los vicios siguieron, pues los dueños del terreno lograron que el Concejo Municipal de Sucre, a través del acuerdo No. 102-07, cambiara la zonificación de Parque a Multifamiliar".

Las gestiones vecinales lograron que en julio de 2013 la Cámara Municipal de Sucre, por votación unánime, devolviera la zonificación de parque a la parcela. Sin embargo, ello no impidió que siguieran los vicios pues en octubre de 2013 un segundo comprador (Promotora 6207) adquirió el terreno.

Actualmente, el destino del espacio, que los vecinos quieren convertir en el Parque Santa María, se dirime en el Juzgado Superior Cuarto en lo Civil y Contencioso Administrativo de la Región Capital. El actual dueño (Promotora 6207) introdujo una medida cautelar para acogerse al acuerdo No. 102-07, que en 2007 cambió la zonificación de parque a multifamiliar y así poder construir.

María Eugenia Bastardo, vecina de la urbanización Santa María, resalta que la zona carece de lugares de esparcimiento. "No tenemos parques, debemos acudir a espacios alejados en Los Palos Grandes o La Castellana".

La vecina Faniolga Rodríguez recordó que viven en una zona sísmica y que están rodeados de quebradas, por lo que el parque sería el área de desahogo, para seguridad de los vecinos, en caso de una vaguada o un terremoto.

Para Vicente Ríos, de la comisión de Finanzas del consejo comunal, la construcción de edificios en la parcela con zonificación de parque deterioraría aún más la calidad de vida en la urbanización donde ya sufren por fallas en servicios básicos. La comunidad coincide en que en los últimos tres años el tráfico en la zona se ha vuelto insoportable.

"Esta zona se ha convertido en una vía alterna para ir a la Cota Mil. En diciembre estuvimos más de 18 horas sin luz y el agua también comienza a escasear", dijo Bastardo. Nuevas construcciones residenciales, según piensan los vecinos, colapsarían el sector.

Giordano exhortó a la alcaldía de Sucre a contactar al dueño de la parcela para avanzar en la compra de la misma o en su defecto que se realice la expropiación del terreno, para luego proceder al desarrollo del parque. Funcionarios de la alcaldía alegan que en estos momentos la situación escapa de sus manos pues el tema se dirime en los tribunales. La comunidad insiste en que se respeten sus derechos, así como el orden jurídico.


Mi comentario:

Importante respaldar la lucha de esta comunidad y de todos los ciudadanos que vemos con preocupación como se han destruido tantas áreas verdes que debieron destinarse al esparcimiento pasivo y activo en la capital. Sobre este particular,  la OMS recomienda entre 10 y 15 metros cuadrados de área verde por habitante. Caracas y tiene apenas 1,20 y sigue en retroceso, mientras los anuncios de nuevos parques han quedado en letra muerta. Por ello, la importancia de seguir luchando y no perder la esperanza de recuperar los cuatro mil y tantos metros del terreno del SECTOR F. Máxime ahora cuando hemos visto el caos que ha traído a la ciudad, y en especial  a Montalbán, las construcciones improvisadas y sin estudio de impacto ambiental que llevó a cabo este gobierno. DEFENDAMOS EL TERRENO DEL SECTOR F, NUESTRA LEGÍTIMA ÁREA VERDE.


Artículo relacionado:

Caracas posee un déficit de 9 metros cuadrados de áreas verdes por habitante Ver

"Hay un vecino que funge de motor en cada cuadra"

Rodon valoriza la asociación como una instancia de participación
EL UNIVERSAL
martes 30 de abril de 2013  12:00 AM

AsoHorizonte es, junto a la asociación de vecinos de La Floresta, la organización vecinal más antigua de la ciudad. La preside Carmen Rodon, quien considera que esta instancia les ha servido para acercarse a las autoridades y resolver sus problemas.

Asegura que logros como la recuperación del ambulatorio de la comunidad (que tiene una administración mixta: alcaldía y vecinos) han ayudado a unir a las más de tres mil personas que habitan en Horizonte.

-¿No han pensado en conformar un consejo comunal?

-Yo nunca he creído en el consejo comunal y ninguno de los vecinos se ha animado a formarlo. En la asociación participan entre 15 a 20 personas, pero en cada cuadra hay alguien que es el motor de esa cuadra, el vaso comunicante con AsoHorizonte.

-¿Qué proyecto está pendiente en la urbanización?

-Llegar a un convenio con una empresa privada para adecuar el área de juegos del parque Fernando Monegui. Y recuperar los dos parques con la ayuda de la alcaldía (calle 10 y transversal 4).

-¿Cómo evalúa la actuación policial en la zona?

-Horizonte y El Marqués Norte tienen su padrino de seguridad. A pesar de las limitaciones de personal y recursos, la policía está funcionando bien, rara vez tu llamas a Polisucre y no llegan.

En Detalles

  • En el parque Fernando Monegui de Horizonte los martes y viernes de 4 a 5 pm se dan clases de taichi.
  • Desde hace año y medio en el mismo parque se instala un mercado de frutas y verduras todos los jueves a las 6 de la mañana.
  • El ambulatorio de Salud Sucre que funciona en las inmediaciones del parque está abierto de lunes a viernes de 8 a.m. a 5 p.m.
  • Horizonte conserva un buen número de familias de origen español y portugués, así como personas de la tercera edad.
  • Vecinos han cerrado el 70% de las calles que integran la urbanización para protegerse de la delincuencia..

Fuente: Ir

viernes, 21 de marzo de 2014

Otro ataque a la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UCV

¿Cuál es la sombra a vencer?

 Nuestros temores se hicieron realidad: llegaron la violencia y la muerte a escupirnos los rostros, invadirnos los ojos; a advertirnos que estábamos a merced de su voluntad; a intentar quebrarnos porque sí; porque le da su más abyecta y arbitraria gana de someter nuestra voces, porque sí.
  

Mi testimonio de los eventos

 Desde la 1:15 pm aproximadamente se instaló la asamblea convocada por el Centro de Estudiantes de la FAU UCV con el objetivo de reconocer e incluir la voz de los compañeros que no se sentían representados en el llamado a paro promovido por el Movimiento Estudiantil. Una encuesta realizada una semana atrás, arrojaba el dato de que cerca del 75% de los estudiantes de arquitectura no deseaban volver a clases si no se garantizaban las condiciones adecuadas de seguridad y funcionamiento de nuestras actividades e instalaciones. Sin embargo, se consideraba necesario revisar el modo en que se realizó esa encuesta, confirmar sus datos, tratar de captar otros y asistir con un método mejor fundado la toma de una decisión de suma importancia para la comunidad académica de la FAU.

Esa asamblea se desarrolló según lo previsto por sus organizadores. A las 4:45 pm, aproximadamente, cuando pensé que ya no tenía nada que aportar ni podía seguir recogiendo mis impresiones acerca de sus logros y debates, pues estaban cercanos a culminar, justo antes de retirarme, vi un grupo de unos seis hombres que no reconocí como estudiantes de la FAU subiendo al ascensor. Me pareció extraño, pues se suponía que no había actividades en la torre de aulas. Sin embargo, no me alarmé. Antes de abandonar el vestíbulo, vi que los estudiantes se habían percatado de la presencia de esas personas extrañas a la comunidad y comenzaron a tomar control de los accesos disponibles de la Planta Baja y a obstruir las escaleras y el único ascensor (de cuatro) en funcionamiento desde hace años.

Me di cuenta de que yo era el único profesor presente en ese momento junto al grupo de estudiantes de la asamblea, que reunía a unos 60 o 70, quizás; estaban también dos vigilantes; el señor y la señora que gestionan la cafetería, para ese momento ya cerrada, y el señor Pedro, empleado de la cafetería. Me sentí en el deber de quedarme y acompañar a los estudiantes. No sabía qué otra cosa debía o podía hacer.

Reconociendo el estado de ansiedad que inmediatamente surgió en todos nosotros, procuré ayudar a los estudiantes a que no produjeran barricadas de manera absoluta y peligrosa ante una caída o una reacción de huída intempestiva. Comprendía que el temor era que esos desconocidos salieran escapando con violencia. Al darnos cuenta de que quienes habían subido se dirigieron al piso 8, donde está el Decanato, al cual no había posibilidad de acceder por encontrase vacío y cerrado, unos estudiantes se fueron al mostrador de vigilancia, donde están los monitores de las cámaras de seguridad instaladas en los pisos de la torre. Ahí pudimos ver claramente al grupo de hombres deshaciendo el mural de palabras que días atrás los estudiantes de la FAU habían realizado en las paredes de bloques huecos, para hacer visible hacia la ciudad, a través de la fachada sur de la torre, nuestras demandas de Seguridad, Libertad, Justicia, Respeto y Paz.

Eso alteró aún más los ánimos. La mayoría de los estudiantes trataban de mantenerse unidos y presentes; algunos, más aguerridos, comenzaron a buscar barras y palos para defenderse. El miedo y la rabia comenzaron a extenderse entre nosotros.

Me dirigí hacia los dos vigilantes y pregunté si habían solicitado ayuda al cuerpo de vigilancia central de la UCV. Dijeron que nadie acudiría. Supe que estábamos solos. Al darme cuenta de que algunos estudiantes estaban alterados y con palos en las manos, comencé a llamarlos a la calma, a persuadirlos de soltarlas, a serenar sus ánimos para que no cayéramos en actos de violencia que podrían ser graves. Les advertía que no debíamos permitir que ocurriera la reacción de una poblada contra quienes viniesen de arriba. Había que recuperar la calma. A pesar de lo fuerte de sus sentimientos y razones de defensa, comenzaron a escucharme y los fueron soltando.

Entre tanto, el grupo que organizó las barricadas ante el ascensor y la escalera supo que en los pisos de la torre había otros integrantes de la Facultad. No sabíamos en qué  pisos ni cuántos eran, pero algunos llegaron por el ascensor. Una estudiante comentó que se trataba de dos profesores de Diseño y algunos estudiantes, en el piso dos, que se habían reunido para intentar avanzar algo en sus clases. Los estudiantes que controlaban las barricadas los dejaron salir, tanto por el ascensor como por las escaleras. Alguien que venía corriendo por las escaleras gritó que uno de los hombres, que ya se encontraban en el piso 1, estaba armado. Eso excitó el terror en quienes estábamos en la Planta Baja.

Los estudiantes bloquearon con mayor volumen de cosas las salidas de la escalera y del ascensor. Me comuniqué con una profesora amiga para ponerla al tanto de la situación y para que ayudara a solicitar apoyo. Intenté comunicarme vía Tweeter con Juan Requesens, con la Rectora y con el Secretario de la UCV. Les advertía de una situación que ameritaba el auxilio de vigilancia central. En ese momento recibí un tuíter de un profesor que me advertía que había un grupo de profesores encerrados en un salón del piso 1 en un curso de postgrado. Ellos estaban ahí desde el principio de la tarde, tratando de sostener algún grado de “normalidad” académica. Seguí insistiendo, ahora con más ahínco, en tratar de convocar ayuda.

Los desconocidos llegaron al descanso de la escalera próximo a la Planta Baja. Por la pared de bloques huecos pregunté a uno de ellos quién era. Respondió que era de la UCV y que los teníamos secuestrados ahí. Comprendí la gravedad de la situación.

Otros de los estudiantes también lograron comunicarse con ellos, les reclamaron haber deshecho el mural de la FAU. Ellos arguyeron que no estaban de acuerdo con esas consignas y que tenían el derecho a quitarlas. Creo haber escuchado que se definían “chavistas” y que no aceptaban “el fascismo” en la UCV.

Comencé a interceder ante los estudiantes para que los dejaran salir. Algunos apelaban al estudio de leyes y normas que durante la asamblea se había estado considerando. Un grupo se esforzaba por moderar, otro estaba sumamente alterado y decían que ya no podían seguir aceptando que los tratasen como ovejas, los hiciesen correr, que tuvieran que ceder en sus exigencias y silenciarse siempre sumidos en el terror.

No logré influir para calmarlos y resolver la situación en ese momento. Uno de los dirigentes del Centro de Estudiantes trataba de hacer lo propio, a él lo escuchaba una parte. Otra de las dirigentes insistía en que para dejar salir a los desconocidos debía exigírseles que repusieran el mural. A ella, otra parte la apoyaba.

En medio de esa discusión, vimos llegar a dos o tres motorizados. Quienes estaban encerrados en la escalera se habían comunicado con gente de fuera de la Facultad.

En ese momento lograron bajar por el ascensor los profesores que estaban en el piso 1. También nerviosos, se unieron a quienes tratábamos de interceder para dejar salir a los desconocidos. Los estudiantes entraron en razón y abrieron paso. Para este instante, ya solo estaban en Planta Baja la mitad de los estudiantes reunidos al principio de la asamblea.

Entre tanto, alguien llamó a los bomberos universitarios y dos de ellos empezaron a evaluar la situación. Me preguntaron si yo estaba a cargo de los estudiantes, les dije que no. Preguntaron por la dirigencia estudiantil y señalé quiénes eran. Les preguntaron sobre las salidas disponibles. En ese momento, los vigilantes ya habían dejado salir a los desconocidos por la escalera de emergencia. Eran las 5:59 pm.

El horror

Justo en ese instante un grupo de personas encapuchadas, armadas y amenazantes entró gritando. Los vi desparramarse en todas direcciones. Unos venían hacia mí.

La mayor parte de los estudiantes salieron corriendo hacia el fondo de los pasillos de la Planta Baja, donde quedaron atrapados. Vi que otro grupo, creo que algunos estudiantes y la mayor parte de los profesores, se dirigieron hacia el estacionamiento y lograron salir a tiempo. Me quedé paralizado en el vestíbulo de los ascensores. No sabía qué hacer. Vi a uno de los encapuchados arrojar algo hacia el fondo de los pasillos, vi a dos de los que pasaron frente a mí con armas (una negra, creo que un revólver y otra plateada, que no sé identificar). Todos portaban palos o barras, forrados de algo que no identifiqué. Unos amenazaron a los señores de la cafetería. Uno de los armados con pistola se dirigió hacia mí, me empujó y me arrinconó contra una columna y me preguntó si yo era profesor. Balbuceé que sí. Bajé la mirada. Comencé a sentir una presión intensa dentro de mi cabeza (temí una subida de tensión). Me dejó ahí y se dirigió hacia otro profesor joven, que estaba frente a nosotros. Lo empujó y golpeó, acusándolo de ser uno de los que armó las barricadas y de atreverse a secuestrar gente.  Le quitó el celular. Lo golpeó. Me di cuenta de que estaban cazando a los estudiantes.

Aunque se dirigían amenazantes hacia donde estábamos el otro profesor y yo, ahora creo que trataban de mantenernos a raya mientras otros encapuchados perseguían, atrapaban y arrastraban a los estudiantes golpeándolos con los palos. Escuché algunas detonaciones. Oí gritos y llantos de terror. Temí que estuviesen disparando y que ya hubiesen herido a algún estudiante. Me moví hacia el foyer del auditorio. Me puse contra la pared. Sentí que en cualquier momento me pondrían la pistola en la cabeza y hasta ahí llegaría mi vida.

Vi que llevaban a un estudiante a rastras hacia la antesala de la biblioteca. No pude correr a ayudarlo. Me horrorizó mi cobardía. Sólo me moví pegado a la pared tratando de escurrirme hacia la salida. Sentí que ya no podía hacer nada más que intentar salir. No corrí. Fue cuando vi que había gas lacrimógeno. Tuve que atravesar la nube. Casi no podía ver ni respirar. Creí que caería al suelo. En todo momento esperaba sentir un golpe, un tiro, una mano en mi cuello. Llegué al corredor oeste, que se dirige hacia Ingeniería. Me detuve, sintiéndome miserable por no tener la entereza para ayudar a los estudiantes. Junto a mí estaba el otro profesor. Comenzamos a caminar, tratando de huir sin correr. Unos encapuchados que estaban custodiando afuera pararon al dirigente estudiantil. Él levantó las manos. Temí lo peor. Le requisaron el bolso y lo dejaron salir. Los tres seguimos caminando en dirección hacia el decanato de ingeniería. Recordé que mi carro estaba en el estacionamiento de los profesores, pero mi única opción era tratar de llegar a la estación de Metro en las Tres Gracias. Lo dejé abandonado.

Caminamos aterrados. Todas las personas que veíamos alrededor, sin importar lo que estuviesen haciendo, nos parecían asociadas al grupo armado que atacó a la FAU. Vi que un vigilante de Ingeniería cerraba las puertas. Al profesor que iba conmigo le pareció ver que delante de nosotros alguien estaba armado. Cambiamos de rumbo y dimos la vuelta pasando por la Facultad de Humanidades. De ahí salían personas y el vigilante también cerraba las puertas. Pensamos irnos hacia Plaza Cubierta, descartamos ir hacia Plaza Venezuela al saber que tendríamos que pasar por Trabajo Social. Creímos que por ahí habría mayor peligro. Decidimos continuar hacia la salida de las Tres Gracias y pasamos entre personas que percibíamos como encapuchados celebrando su victoria.

Logramos llegar a la estación del Metro. Eran las 6:17 pm. Ahí estaban varios de los estudiantes de la FAU y, por supuesto, otras personas de la UCV y otros ciudadanos. Nos sentimos aliviados al vernos unos a otros y al mismo tiempo angustiados por no saber nada de nuestros compañeros. En ese momento vimos llegar un grupo de motorizados desde la UCV al portal de las Tres Gracias. Bajamos corriendo hacia el interior de la estación. Estúpidamente me paré ante la taquilla intentando obtener un ticket. La operadora dio entrada libre a los andenes y seguimos corriendo. El pánico derrumbó a una estudiante. Unos compañeros la asistieron. Alcanzamos el andén y esperamos el tren, que llegó en pocos momentos. Ya adentro, reventaron en llanto varios de los estudiantes. La gente en el tren nos miraba con incredulidad, curiosidad y conmoción. Una pasajera le decía a su compañera que el Tweeter nos tiene vueltos locos. Sentí agrietarme de tristeza.

Cuando llegamos a la estación de Plaza Venezuela percibía como una amenaza a todas las personas alrededor de mí. Quería salir de ahí corriendo. Apenas pude, llamé a mi esposa para avisarle que estaba sano y salvo aunque humillado y aterrado. Eran las 6:30 pm.

El trayecto de las dos simples cuadras que hay entre esa estación y mi casa fue el más largo que he recorrido en toda mi vida. Mientras trataba de vencerme y avanzar, sentía que todos los motorizados eran una amenaza feroz. Imaginaba que cualquiera de ellos se detendría a mi lado y me dispararía.
Cuando pude traspasar el portón del edificio donde vivo, creí respirar de nuevo.

Al ver a mi esposa y a mi hijo esperándome, supe que Dios me había llevado con bien hasta sus brazos. Hasta mi verdadero hogar.

El parte del Director de la Escuela de Arquitectura

Los desconocidos que inicialmente ingresaron a la FAU sustituyeron la palabra SEGURIDAD del mural, por la palabra CHÁVEZ, que no completaron. Se supone que luego de haber salido de la FAU, ese grupo de personas regresaron con el refuerzo de aproximadamente 20 a 30 sujetos, algunos de ellos motorizados y con armas de fuego. Ese grupo persiguió a los estudiantes y los acorralaron en la Planta Baja, los desnudaron, vejaron y golpearon con mucha agresividad. Además, les robaron todas sus pertenencias.


Dos estudiantes le informan al Director que pudieron identificar a dos personas uniformadas de "azul", con máscaras antigás, agrediendo también con saña a varios estudiantes.

La acción de la banda delictiva dejó un saldo de 12 heridos, de los cuales 8 ingresaron al Hospital Clínico Universitario y 4 en la Clínica Las Ciencias de Los Chaguaramos. Fueron tratados por múltiples contusiones en cráneo, heridas, cortadas, fracturas de tabique nasal y de cúbito, a causa de los golpes que recibieron con tubos y palos en distintas partes de sus cuerpos.

El Decano y el Director acompañaron a los estudiantes que ingresaron al HCU hasta que todos fueron dados de alta; 2 de ellos con supervisión médica, uno con reducción ortopédica de fractura de cúbito y otro con reducción quirúrgica de fractura de tabique nasal.

La Rectora visitó a los heridos que estaban en la Clínica Las Ciencias de Los Chaguaramos y decidió suspender las actividades de la UCV.

El Decano, por su parte, también suspendió las actividades de la FAU indefinidamente.


Mi reflexión acerca de lo vivido

Como una de las actividades promovidas dentro del espíritu del Paro Activo, el profesor de filosofía en la USB, Erick del Búfalo, tuvo la gentileza de aceptar la invitación que le hicieran algunos compañeros para que nos permitiera escuchar en la FAU su disertación que sobre el fascismo él había hecho hace pocos días en la Librería Lugar Común.

Su exposición, iniciada a las 10:10 am, fue magistral y amablemente pedagógica. Esclarecedora, equilibrada y sumamente responsable. Dos lecciones interpreto y destaco ahora de lo que trató de comunicarnos: una, que el fascismo se ejerce desde el poder de un Estado que identifica como enemigo a quien no lo reconozca y acepte con absoluta veneración; la otra, que la dictadura de las mayorías es oclocracia y eso nada tiene que ver con la verdadera democracia, la cual es el irrestricto respeto por los derechos universales del ser humano.

La asamblea de los estudiantes de Arquitectura fue un hermosísimo y valioso esfuerzo por poner en práctica una verdadera democracia, al desear reconocer, respetar y valorar la voz de quienes disienten de los propósitos y acciones del Movimiento Estudiantil, orientándose a la búsqueda de propuestas responsables que incluyan todas las versiones y procuren una conciliación entre todos los miembros de nuestra comunidad universitaria.

Los eventos posteriores a la asamblea me mostraron cómo el miedo y la rabia nos enajenan y nos ponen en situación de peligro y de peligrosidad hacia nuestros conciudadanos. Nuestras reacciones nos situaron al borde de una locura colectiva en contra de esos seis desconocidos que irrumpieron en nuestros espacios y que violentaron una de nuestras formas pacíficas de protesta.

El miedo hizo presa de nosotros durante toda la jornada. Desde temprano y en todo momento circulaban rumores de que un grupo de violento nos rondaba. Nuestras actividades eran un esfuerzo por sobreponernos a miedos y rumores, para acercar las posibilidades de situarnos en la precaria normalidad que teníamos antes del 12F. De hecho, lamentablemente, creo haber percibido el nerviosismo del Prof. Del Búfalo ante cualquier grupo de estudiantes que entraba al aula durante el desarrollo de su clase. Yo, al menos, reconozco que me sentía así.

La irrupción del grupo armado y violento dentro de la FAU es otro caso más de las agresiones que sufren la Universidad y la sociedad venezolanas por causa de la política que el “gobierno” (régimen) ha sostenido al fomentar y mantener grupos paramilitares, adoctrinados para atacar a una parte de la ciudadanía, bajo la excusa de “defender la revolución”.

Lo que vivimos ayer es sólo una fracción de la realidad que, en mayor escala y gravedad, han estado viviendo nuestros conciudadanos de San Cristóbal, Mérida, Valencia, Maracay, Ciudad Guayana, Altamira, Chacao, Los Ruices, Montalbán y tantas otras localidades más de nuestro país. Es apenas un pálido reflejo del miedo con el que diariamente viven nuestros conciudadanos habitantes de los barrios.

Desde otra perspectiva, a los datos concretos de más de setenta casos de actos vandálicos y criminales que han asediado a la comunidad y patrimonio de la UCV durante estos quince años, sin haber recibido justicia en ninguno de ellos, se suman el hecho de ayer en la FAU y las condiciones de allanamiento de nuestra autonomía ejecutada por fases por parte del régimen en todo este tiempo: insuficiencia presupuestaria plena, intervención política, discriminación y represión.

Esas circunstancias las compartimos por igual con las otras universidades autónomas del país (incluso me atrevería a afirmar que con todas las otras) y se han agravado por los hechos que agobian a la sociedad venezolana por causa de la incapacidad del funcionariato para cumplir con sus deberes, pues han provocado ruina económica de la Nación, imperio de la delincuencia, militarismo, violación de Derechos Humanos e impunidad. Es un funcionariato cuyo único objetivo político es detentar el poder por el poder, polarizando políticamente a los ciudadanos, fomentando la lucha de clases, para seguir subyugándonos a las miserias de sus perversiones.

Ante este panorama, en mi opinión, es evidente que la Universidad está prácticamente imposibilitada de cumplir con la misión que la sociedad le exige, por causa del brutal ataque que el régimen sostiene en contra de ella; pues es el único bastión que no ha podido conquistar para tener el control total y absoluto de todo el sistema institucional del Estado.

Es esta la verdad que actualmente los universitarios venezolanos estamos en el deber de reconocer y exponer ante el país: estamos enfrentados ante un régimen dictatorial militarista, oclocrático, autocrático, anómico, corrupto, forajido, de rasgos fascistoides y talante tiránico.

Es un régimen enemigo de la Universidad.

En este momento, esa es la sombra que la UCV y todas las Universidades venezolanas estamos en el deber de vencer.